El rostro y sus correcciones en maquillaje!!!

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Uno de los puntos clave en el maquillaje son las correcciones de rostro según su tipo. Si deseamos sacar provecho y conseguir una faz armónica, es necesario saber cuál es la forma de nuestro rostro.  Así podremos realizar adecuadamente las correcciones que conseguirán el efecto óptico de simetría + equilibrio y además esta nos ayudará a escoger el peinado que más nos favorezca entre otras muchas cosas.
Para la corrección de óvalos, en el maquillaje se utilizan correctores claros y oscuros, además del rubor para contribuir a proporcionar al rostro una sensación de mayor anchura o longitud.
Correctores Claros: destacan y dan relieve, iluminan.
Correctores Oscuros: disimulan y proporcionan profundidad.
¿Cuál es mi tipo de rostro? Para saberlo, tenemos que realizar las siguientes medidas y dibujarlas en un papel.
1. Medida vertical: desde el crecimiento del cabello en la frente hasta la barbilla
2. Medir la distancia entre las sienes.
3. Medida horizontal de la distancia a la altura de las orejas
4. Y de la misma manera la distancia del maxilar.
De esta forma, obtendremos un dibujo aproximado del contorno de nuestro rostro. No siempre es muy evidente, ya que puede haber rostros que se asimilen a dos formas. En tal caso, compararemos las características de cada tipo y veremos cuál se asemeja más al nuestro.


Una vez clasificado nuestro rostro y para poder sacar el máximo partido a nuestras facciones, se debe tener en cuenta dos detalles para las correcciones que se realizan con dos tonos de maquillaje.

 Por un lado un color oscuro, que puede ser un corrector en tonos neutros marrones o tierras, polvos bronceadores… El tono oscuro lo aplicaremos con una brocha pequeña, difuminando muy bien en las zonas que queramos disimular o hundir.

Por otro lado, en las partes que queramos resaltar, aplicaremos el color claro, ya sea un corrector en pasta, lápiz o polvos iluminadores. En este caso la aplicación la realizaremos con un pincel ancho o con los dedos, asegurándonos de difuminar correctamente.
Veamos las características de cada tipo de rostro y sus correcciones:
ROSTRO OVALADO: Tiene unas proporciones perfectas. Encontramos una relación altura y anchura equilibrada y la frente es algo más ancha que la barbilla. Suelen ser habituales los pómulos prominentes. Puesto que se trata del rostro perfecto no realizaremos correcciones, simplemente aplicaremos rubor desde el pómulo hasta la sien e iluminaremos la zona central del rostro y la parte superior de la sien.



ROSTRO REDONDO: Es casi tan ancho como largo. Las facciones son suaves y redondeadas, es decir, que no presenta angulosidad. La barbilla es redondeada y sus pómulos son anchos. Queremos restar anchura para ello oscurecemos el contorno (desde la sien hasta el mentón) y debajo del hueso del pómulo. Para crear un efecto alargado, iluminaremos la zona central: centro de la frente, parte superior del pómulo y mentón. El rubor irá de forma ascendente hacia sienes. Nunca lo aplicaremos solo en las mejillas, ya que conseguiremos un efecto visual de cara más redonda.

ROSTRO CUADRADO: La frente, los pómulos y el maxilar presentan un ancho similar y las líneas son cuadradas. Por lo tanto, hay que suavizar las líneas angulosas. Para ello, oscureceremos los ángulos de mandíbula y frente. Se debe iluminar la zona central, pómulos y el mentón en forma de pirámide. Es importante aplicar el rubor en línea horizontal, desde la sien hasta el centro del pómulo.



ROSTRO RECTANGULAR: Es similar al cuadrado pero se caracteriza porque predomina la medida vertical sobre la horizontal. Igualmente oscureceremos los ángulos de la mandíbula y frente para suavizar con las facciones. Iluminaremos los pómulos siguiendo la forma del hueso y sien en forma de “C” ,y por último, el rubor se aplicará de forma vertical, desde el pómulo a la sien.
ROSTRO TRIANGULO INVERTIDO O CORAZÓN: Se caracteriza por afinarse a medida que desciende, por lo que presentará una frente ancha con relación a la barbilla que es estrecha y puntiaguda. Oscureceremos las sienes y barbilla e iluminaremos la mandíbula frente y pómulos. El rubor irá en horizontal, desde la mitad del pómulo hasta la sien.


ROSTRO TRIANGULAR: Se observa una frente más estrecha que el maxilar, el cual suele estar muy marcado y suele ser la zona más ancha del rostro. Queremos suavizar la mandíbula y que la frente parezca más ancha. Aplicaremos el iluminador en las sienes, barbillas y pómulos. El rubor va en diagonal siguiendo la forma del hueso pero sin llegar a la sien.
ROSTRO DIAMANTE O HEXAGONAL: Posee unos pómulos anchos y marcados, la frente y el maxilar son estrechos y el mentón es puntiagudo y corto. Se trata de un rostro muy anguloso. Disimularemos los pómulos aplicando en la línea del nacimiento del cabello el color oscuro. En cambio, el iluminador irá en las sienes, zona de la mandíbula, frente. El rubor centrado para no marcar pómulos. Aplicarlo en línea vertical, partiendo del centro del pómulo hacia la sien.
Todo comienza con el análisis del rostro, hasta la mejor técnica y productos más finos no se verán bien si no se conoce el lienzo en el cual se va a aplicar ya sea para automaquillarse o maquillar a alguien más.

Bueno chicas, espero les sea útil esta entrada. Estoy segura que a mis alumnas de la Universidad les va a encantar el tema, ya que es justo lo que estamos estudiando en clase. Saludos a todas ellas!!! Y a mis lectoras, si tienen alguna consulta no duden en escribirme. Recuerden que todas las semanas estamos recibiendo nuevos productos en nuestra "Beauty Store", donde les asesoramos sobre la compra inteligente de maquillaje y productos para la piel. Citas al: 22507771 / 88390436.

Gracias por visitarnos, un abrazo enorme, Laura!

                                         


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